Sobre Orixe

La idea de la tienda surgió como una extensión natural del restaurante. Por un lado, la gente nos preguntaba dónde comprar el producto que teníamos, que es exclusivo y de productores pequeños, y era muy complicado conseguirlo. Y por otro, durante la espera de los clientes para sentarse en mesa en el restaurante, queríamos trasladarlos a un lugar propio. Me inspiré en el primer negocio de mis padres, un ultramarinos, y en ese recuerdo de andar entre los barriles de vino, la sal en granel, la harina, los aparatos de labranza y esa vida que se hacía dentro del ultramarinos. Era un ultramarinos, bar y centro social y cultural del pueblo.

La palabra ultramarinos me evoca las cuncas de vino, el producto a granel que venían a comprar las señoras, los señores de campo que venían a comprar abonos y herramientas, el olor a vino y madera, a la salinidad de las sardinas en salazón… Tengo presente en mi mente una imagen muy particular, la de las hoces colgadas encima de los aseos del ultramarinos. Esas hoces colgadas por encima de las cabezas son también Orixe Ultramarinos.

Mis padres crearon en su día un ultramarinos, con esfuerzo y trabajo. Mi idea era poder honrarles de alguna manera y relacionar esos recuerdos y esas imágenes fotográficas de mi infancia, con la tienda, de una manera más actual pero inspirada en esa forma de vida. Para plasmarlo, recuperamos para la tienda señas decorativas y estructurales para crear la atmósfera del ultramarinos de antaño de mis padres.

Además, trabajamos en un local sostenible haciendo uso cero del plástico, que los envases sean retornables, utilizando bolsas y etiquetas de papel o envases de cristal o cartón.

Queremos que todo lo que se genere en esta tierra, retorne a esta tierra.